Envejecimiento
Celular
“Los niños que han dormido poco no solo pueden resultar más quejumbrosos o distraídos, sino que sufrirían mayor envejecimiento celular, un proceso que podría tener efectos a largo plazo para la salud ya que sus telómeros son más cortos, según Sarah James y Daniel Notterman, de la Universidad de Princeton. El equipo extrajo ADN de muestras de saliva de los niños y examinó la longitud de sus telómeros (los extremos de los cromosomas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares) y se dieron cuenta que eran cortos, los cuales se han relacionado con el cáncer, enfermedades del corazón y deterioro cognitivo…”
Resulta interesante informarse en temáticas como la anterior, ya que
generalmente las personas nos encontramos relacionando la falta de sueño con la
energía con la que los niños se desempeñan en cualquier actividad y pasamos por
desapercibida la opción de que quizás éste se encuentre padeciendo de
envejecimiento celular y aunque los niños no mostraron signos de sufrir las enfermedades
letales mencionadas anteriormente, probablemente debido a su corta edad, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar
estos trastornos en la vida adulta. Y es ahí donde infortunadamente los
procesos de tratamiento contra esos trastornos resultan ineficientes, y no se
llega a considerar que esa ineficiencia de los tratamientos se da por que
combaten enfermedades que se han desarrollado por muchos años en el organismo.
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